MissARCADA

No, no me gusta que me abracen. Siento como algo se derrumba en mi interior y el corazón bombea sangre más deprisa, como los músculos se relajan y los párpados se cierran, como la respiración se vuelve más palpable, más lenta y pesada, como soy vulnerable y frágil a cualquier tipo de acción por parte de la otra persona. No, no me gusta que me abracen. Eso significaría que he cedido a la necesidad emocional de compartir mi carne, de darle significado a mi soledad, a mi vacío, de compartir los restos de un abandono que siempre termina llegando, por mucho que el amor llame a mi puerta. No, n

3600 segundos para encontrarse en una habitación sin salida. Unos 639 músculos y 206 huesos luchando en vano por una muerte segura. 64 dientes alimentándose de amor y una vida de miedos, frustraciones, desengaños y cicatrices. 6 litros de cerveza. Tabaco. Dos cuerpos que se resisten a ser una misma soledad (la que tanto daño te hace ahora). El inevitable puñetazo que recibes en el estómago cuando te das cuenta de que estás tú solo, en medio de la oscuridad, en mitad de la nada. 3600 segundos para acariciar una ausencia. 3600 lunares de aire que recorres con la punta de los dedos. 3600 palabras que

He de quemar la espera he de llamar al silencio tragarme al hombre que me habita en el dolor y en la tragedia por toda esta carne que padezco, huir.

Mi carne no dice cuerpo, mi carne no significa carne, soledad en la cocina o vacío el estómago por donde el hambre no llega, las uñas sin pintar, las uñas sin comer, corazón mojado que falsifica el poema como si el amor viniera a buscarme (Hahahahá), Simulacro de huida, repetición constante de una misma fractura: glóbulos rojos y cocaína, miseria en el lavabo de mis padres, tijeras para el pelo teñido, suicidio emocional, etc. Oh, sí, qué bonito todo, esperad que voy a hacer algo con mi vida: mancharme la ojera de color muerte para que la gente crea que soy guapa y entonces poder hab

Se ha ido: falta una mano, falta una ciudad. Se ha ido. Se ha roto. Húmedo el sexo. Húmedo el lagrimal. Vulva mutilada y el ojo que se mancha. La ropa está fría. La lavadora ahora duerme. Paredes sucias de soledad. Nada de sudor en las ventanas. Nada de pasta de dientes en el espejo. Se ha ido: los poemas de Bukowski a la basura y ningún idiota a la cara. Silencio y el cuerpo vacío y los gatos maullando. Tabaco y porno para aliviar su ya no. Se ha ido. Se ha ido. Se ha comido mi corazón. Me ha dejado la casa tiritando, herida, casi muerta. Casi muerte.

Necesito el amor. Pensar en lo sucio y en todas esas cosas que se dicen cuando vas borracha y el guapo de turno te pide un cigarro y tú contestas que no. Masturbarme y correrme en las bragas que me regaló mi madre por mi vigésimo cumpleaños. Leer a Henry Miller y comer melocotones en la terraza mientras escucho Vitalic -Second lives, por supuesto-. Destruirme muy lentamente porque sí, es lo lógico, es para lo que vivimos. Pudrición y muerte. Vacío y soledad. Orgasmo y adiós. Necesito el amor. Declararle la guerra a la vida y escribir porque el mundo (pongo cara de asco). Pillar dos gramos de coca&

i. El lenguaje, aquí, abriendo sucia la carne, fantasmas oprimiendo mi vulva. Tengo miedo y no sé rezar. ii. Entonces miro por la ventana: un mundo que no es mío, millones de muertes bonitas. iii. Me pinto las uñas y digo "suicidarse es un poema hermoso. Quiero ser hermosa". iv. Es que vomito y me corro porque -joder- de alguna forma tengo que purificar el estómago y lavar mi sexo y manchar el suelo de mi habitación de antidepresivos y baba. v. Mira, paso de escribir. La vida queda lejos. Ya no soy Bukowski.

Es que joder, tú, digo orgasmo amor en el sofá y entonces el gato maúlla: dice miau y nosotros reímos, dice miau y nosotros ladramos. Somos perros, somos románticos. Migas de pan en el vestido, el calor, el olor a pis porque la cisterna está rota. Uñas rosas sangrando y el cuerpo sucio, sucio como la carne picada o el poema, las ojeras manchadas, las tetas manchadas. Ventilador y picaduras de mosquito. Jugamos a desconocer(nos) la vida porque no queremos ser muerte pero muerte es sexo y sexo es todo. Jugamos a ser todo. El gato dice miau y a veces dormimos, el gato dice miau y a veces lo genuino de un abrazo

1o.57. Digo amor y sexo amor y encuentro mi diminuto clítoris hinchado porque es invierno en mi tripa o porque mi mano. 1o.59. Ganas de mear. Ganas de lavar mi cuerpo de una corrida y huir hasta que la carne se vuelva morada. 11.o1. El gato está maullando y pienso en ti. Herida pulmonar en el borde del cigarro que me lleva hasta la inflamación pero no me importa. 11.o3. Toso. 11.o6. Amo el dolor y todo lo que no me cabe en el pecho. La ciudad quema. Yo no ardo. Yo no sudo. 11. 11. No hay color en mis uñas. Porque me las como. Porque me las meriendo. Escribo un haiku: Anal de Belladonna, rotas nuestras vidas. Olemos